Comunicado de SOCIALISMO 21 ante nuevo gobierno Pedro SANCHEZ

 

 

TRAS ECHAR A MARIANO RAJOY, HAY QUE AVANZAR HACIA EL CAMBIO SOCIAL Y POLITICO RECUPERANDO LA SOBERANÍA ECONÓMICA

socilismo 21 

La combinación del profundo malestar social que se expresó en los últimos meses en la movilización persistente del movimiento pensionista y la movilización feminista en defensa de la igualdad el 8 de marzo, junto con la acumulación de episodios de corrupción que culminó en las sentencias del caso Gurtel, y la oportuna presentación por el PSOE de la moción de censura a Mariano Rajoy, abrió tras su triunfo, un horizonte de esperanza en gran parte de la ciudadanía de España, también de Cataluña.

Tras los brindis de celebración por el fin del “tancredismo” político y la regresión social y democrática personificados en la figura del expresidente del PP, se inicia la etapa de gobierno del PSOE presidido por Pedro Sánchez.

La expectación mediática provocado por la formación del nuevo gobierno, con mayoría de ministras, ha ocultado en gran parte, el carácter contradictorio de su composición que intenta enviar mensajes tranquilizadores al IBEX 35 y a la oligarquía de la UE sobre el compromiso de respetar la imposición del objetivo de déficit público y estabilidad presupuestaria con el nombramiento de la ministra de economía Nadia Calviño, y a su vez el mensaje progresista en defensa de la salud pública universal con la ministra Carmen Montón.

En relación, al conflicto territorial se envían señales contrapuestas, de mano tendida y diálogo hacia los sectores nacionalistas independentistas para encontrar una fórmula de encaje de Cataluña, a través de la reforma o creación de un nuevo Estatut, y la reforma de la constitución española, representada por el nombramiento de la ministra de administraciones públicas Meritxell Batet, y por otra parte un mensaje de seguridad hacia los sectores unionistas con el nombramiento de del ministro de interior Fernando Grande-Marlaska.

Otros nombramientos tienen diversas lecturas, integración de aspiraciones de otros territorios y sectores del propio PSOE, o bien para dar respuesta y canalizar reivindicaciones sociales y laborales, en materia de pensiones públicas y modificación de la legislación laboral introducida por el gobierno del PP en 2012, etc.

El objetivo político del nuevo gobierno es incrementar las expectativas electorales del PSOE, recuperando aquellos sectores sociales que tras el gobierno de Zapatero depositaron su confianza en Podemos y Ciudadanos, por consiguiente, intentarán agotar el tiempo que disponen para alcanzar dicho objetivo antes de convocar nuevas elecciones. Pero la política de gestos, el marketing comunicacional, tiene un corto recorrido si no van acompañadas de medidas efectivas que la mayoría social pueda tener satisfacción e incremente su confianza en el gobierno, en minoría parlamentaria, de Pedro Sanchez.

El nuevo gobierno va a estar sometido a grandes tensiones, como consecuencia de su debilidad parlamentaria que le forzará a constantes negociaciones con el resto del arco parlamentario, como por la naturaleza del conflicto territorial que puede provocar divisiones en las filas del mismo PSOE.

La mejoría de la situación económica de España, cuyos efectos no han alcanzado a la clase trabajadora sumida en la precariedad, bajos salarios y una alta tasa de desempleo, está llena de desequilibrios y en fase de agotamiento ante el cambio de ciclo recesivo que se avecina.

Las tensiones internacionales provocadas por el impacto del proteccionismo económico promovido por el presidente Trump, el cambio de ciclo en las políticas monetarias de la Reserva federal de EEUU han agravado la situación económica en el continente latino americano, las medidas que anuncia el BCE de reducir o eliminar las políticas monetarias expansivas, junto a la parálisis de las instituciones UE para afrontar la mutualización de la deuda entre los países miembros o disponer de un auténtico presupuesto acorde con las necesidades y capaz de superar los desequilibrios existentes entre el Norte y Sur de Europa, indica que el margen económico que dispone Pedro Sánchez es muy pequeño en el marco de la moneda única y las políticas de estabilidad presupuestarias impuestas. A todo ello hay que sumar los factores de inestabilidad internacional provocados por los conflictos enquistados en Medio Oriente, Ucrania, África subsahariana, o los que pueden surgir en otras zonas del planeta.

Por otra parte, la aceptación por el PSOE de los presupuestos acordados para 2018 por la mayoría conservadora del Congreso de diputados y el voto favorable del PNV, limitan su capacidad de acción en el terreno del gasto, aunque no impiden la posible derogación o modificación, de leyes como la injusta y antidemocrática “ley mordaza”, o bien la actuación por vía del Decreto, que deberá estar precedida del diálogo y consenso, al menos con las fuerzas que votaron a favor de la moción de censura. De lo contrario, la estabilidad del nuevo gobierno quedará supeditado a los intereses de los otros grupos parlamentarios, o de los temores de una gran parte del bloque independentista a que sea Ciudadanos, partido abiertamente uniformista y centralizador del estado, quien alcance el gobierno en unas elecciones anticipadas.

En cualquier caso, el resultado de las elecciones autonómicas, municipales y europeas en 2019 serán un test para el gobierno de Pedro Sanchez y la fijación del momento de nuevas elecciones generales.

TAREAS Y OBJETIVOS PARA MOVILIZARSE POR EL CAMBIO SOCIAL

Ante las debilidades previsibles del gobierno de Pedro Sanchez, las fuerzas políticas que defienden la transformación social como Unidos-Podemos y los socialistas de izquierda, que han sido decisivas para desalojar el corrupto gobierno del PP de Mariano Rajoy, deben situar los objetivos del programa social, y las tareas democráticas, en el centro de su actividad.

Frente a la oposición de la derecha neoliberal y centralista a las medidas de carácter progresista que pudiera impulsar el gobierno de Pedro Sanchez, la izquierda transformadora debe apoyarlas, expresando su voluntad de mejorarlas, siempre desde su independencia y sin dar un cheque en blanco.

Ante las contradicciones y debilidades del nuevo gobierno, la izquierda que preconiza un cambio real debe promover y apoyar las reivindicaciones de los movimientos sociales y de la clase trabajadora:

- Derogar la ley Mordaza, y cualquier legislación regresiva en materia de derechos y libertades de los últimos gobiernos.

- Derogar la reforma laboral del PP, y la legislación laboral acumulada que ha facilitado la precariedad laboral. Garantizar el objetivo del pleno empleo a través del reparto del trabajo y la riqueza, mediante la implantación inmediata con carácter general de la semana laboral de 35 horas sin disminución del salario y avanzar hacia la semana de 30 horas, y las inversiones públicas que generen empleo. Establecer el salario mínimo en 1.200 euros mensuales.

- Derogar las reformas de las pensiones bajo los gobiernos de Zapatero y Mariano Rajoy, recuperar la jubilación a los 65 años, revaloración de las pensiones con el IPC, y establecer una pensión mínima de 1080 euros.

- Nacionalización de la banca bajo control público democrático.

- Nacionalización de los sectores estratégicos de la energía y la remunicipalización del agua. Garantizando su acceso gratuito a las personas y familias vulnerables, así como la condonación de sus deudas.

- Prohibición de los desahucios a las familias y personas sin empleo, o en condiciones vulnerables. Limitación de los pagos de hipotecas y alquileres a un 10% de los ingresos salariales. Inversiones para constituir un parque de vivienda de alquiler suficiente, etc.

- Defensa de la educación y salud públicas con carácter gratuito, universal y de calidad. Recuperando el carácter público de los sectores privatizados.

- Establecer una política de Rentas Garantizadas de Ciudadanía que asegure a todas las personas y familias los mínimos indispensables de una vida digna. Etc.

Para conseguir estos objetivos es indispensable incrementar los ingresos a través del combate contra el fraude fiscal y los paraísos fiscales, e incrementado la fiscalidad sobre la Banca, fondos especulativos, grandes empresas, y sobre las fortunas de los grandes ricos.

Esta política de gasto y de carácter expansiva, requiere la recuperación de la soberanía económica, monetaria, y de manera inmediata, la derogación de la ley orgánica de estabilidad presupuestaria, así como la supresión del artº 135 de la Constitución española.

La superación de la desigualdad existente, y la elevación del bienestar social de la ciudadanía, particularmente de la clase trabajadora y capas populares, son condiciones indispensables para construir un proyecto común de país y de estado federal plurinacional que seduzca y satisfaga a sus pueblos y gentes, es decir, que adquiera la legitimidad necesaria.

La propuesta de la ministra Meritxell Batet de promover una reforma constitucional, que permita el encaje de Cataluña en España, está destinada a fracasar, o convertirse en una reforma de calado menor, si no aborda la supresión del artº 135, y no propone un proyecto federal, solidario, donde la última palabra para su adhesión recaiga en la ciudadanía de las diversas naciones que integran España.

En torno al debate sobre la reforma de la constitución, y sus dificultades evidentes al exigirse la aprobación por los 3/5 del Congreso de diputados, se abre una oportunidad para empoderar a la ciudadanía a favor de un proceso constituyente en el conjunto del estado, que culmine con la abolición de la monarquía y la instauración de la III República, federal, social, solidaria, igualitaria y comprometida con la paz y la cooperación con el resto de naciones y pueblos.

Sin embargo, el gobierno minoritario del PSOE suscita una lógica desconfianza derivada no sólo de su trayectoria en los últimos años- inauguró la fase de austeridad en 2010- si no también por la ambigüedad que manifiesta, las contradicciones que ha de afrontar y las severas restricciones que las instancias europeas están dispuestas a imponer.

Por consiguiente, la lucha por todos estos objetivos transformadores exige fortalecer ideológicamente a la izquierda, reforzar su organización y capacidad de movilización.

La movilización de la clase trabajadora y la mayoría social será decisiva para alcanzar estos objetivos y avanzar hacia la transformación social.

11 de junio 2018

Socialismo 21